¿Los motivos? ¿Se necesita alguno en particular?
Si es así, lo volveré a decir: Nudos mentales.
Mi Jaula
Café
instantáneo.
Cielo
grisáceo de ocho grados.
Un París
atemporal.
Se siente
como volando, se siente como fumando…
No comprendo
cómo jugar.
Suelto la
cuerda. Uno, dos. Uno, dos.
¿Tres?
Me da miedo
contar.
Y mido mis
pasos temerosos, escapo de mi propia sombra,
A veces me
dejo abrazar por mi oscuridad.
Otras no
tanto.
Y corro pero
inmóvil. Mi mente se enreda nuevamente.
Nudos
mentales.
Tu boca y el
tabaco. Sutil adicción.
Camuflaje.
Peligro.
Por ratos
solo quiero naufragar…
En tu saliva
En tu sudor
En la sangre
que bombea tu corazón.
Bendita sea
tu anatomía
Y bendita mi
curiosidad…
Jugamos sin
definir bien nuestros roles,
Una función
y un escenario hecho para dos…
Una danza
silenciosa, unas cuantas manchas color rosa
Sobre tu
cuello y el edredón.
Me deslizo.
Arriba y
abajo.
Cada vez más
ligera.
No me lo
expliques, no te lo expliques.
No hay
necesidad.
Déjame
desnuda un ratito más.
Me siento un
poco más libre.
Puedo
finalmente respirar…
He abierto
mi jaula, te invito a pasar.