Querida yo,
A veces te olvidas que eres una buena persona. Que deberías dejar de buscar que otras personas te den lo que necesitas o te digan lo que te gustaría escuchar...hazlo tú misma, ellos jamás lo harán.
A veces esperas, sabiendo que ya no quieres hacerlo, solo por miedo a perder...Estás perdiendo el tiempo...¿ Quién te va a dar eso de vuelta?
A veces miras a la nada y esperas encontrar respuesta. Una vez más, la única respuesta de por qué estás aquí es porque tú misma lo decidiste así.
¿Vives pensando que él algún día volverá a ser aquella persona de quien te enamoraste ? Te corrijo...¿No será más bien aquella persona que idealizaste pero que él nunca fue?
Quiero que te preguntes algo ¿Cuántas veces has llorado en los últimos meses? Muchas ¿verdad? ¿Y en los últimos años?
Has estado rodeada de gente que entró y salió de tu vida y algunos tomaron un poco de ti. ¿Qué tomas tú? Sé que no te gusta jugar así, sé que siempre terminas siendo la que pierde, sé que en esta lucha de poder estás desarmada. No aparentes que no lo estás, sé que tienes miedo de mostrarte vulnerable, pero créeme, hay cierta fuerza también en ello. La fuerza de mirarte tal y como eres, de aceptarte.
Ahora quiero que hagas una pausa y te seques las lágrimas y mires todo a tu alrededor. ¿Estás en el lugar en donde quieres estar? Pero sobre todo, ¿Sabes en dónde quieres estar?
Sé que ahora podrías decirme que harías cualquier cosa por tener un abrazo suyo, escuchar su voz para sanarte...Pero nada de eso sucederá. Él no está, pero sobre todo, él no está para ti. ¿Qué vas a hacer ahora?
Tienes dos opciones. Sí, reduje todo a dos opciones y esta vez tienes que ser radical. Tú no eres una chica de puntos medios, de ambiguedades: O vives imaginando su compañía o te acompañas a ti misma.
Sé que la segunda opción es la más difícil de todas, lo sé porque él ( y fue porque tú lo permitiste) te ha hecho convencerte de que eres todo lo que, en el fondo, tú y yo sabemos que no eres. Deja de cargar sobre la espalda la responsabilidad y culpa de todo esto. No tiene sentido que sostengas algo que sabes que cuando él desee decidirá derrumbarlo sin pensarlo dos veces. Sabes que esto último es cierto. ¿Él pondría las manos al fuego por ti? ¿Tú pondrías las manos al fuego por él? Respóndete eso y sea cual sea la respuesta mira lo que tienes (o no tienes) ahora. No mires atrás, no mires al futuro que te encargaste de dibujar en sueños. Mira ahora y piensa...¿Quieres esto?
Tómate tu tiempo...Eres consciente de que podrías desaparecer y él no lo notaría. Pensará que lo único que te hacen falta son smileys y migajas de atención cuando sabes que no es así.
Te digo algo y quiero que lo entiendas: No tienes la culpa de querer un amor grande.
Es más, luego de todo lo que has vivido y entregado, lo mereces, siempre lo mereciste. Pero llega el punto donde esperar que este amor llegue es absurdo y donde hay que darse cuenta que jamás nadie te amará como lo harías tú misma.
Nadie lo hará, quítate los cuentos mágicos e historias felices de la cabeza. Esta es la vida y es más dura de lo que parece porque viene llena de decepciones pero también de alegrías.
¿Recuerdas aquella vez en donde te empezó a importar muy poco todo y pasaste un día desnuda en tu habitación viendo películas y comiendo porque eso era lo que necesitabas? Fue hermoso ¿no? ¿Recuerdas aquella vez en que decidiste pasar un domingo sola caminando por Miraflores, escuchando musica y observando a la gente? Fuiste feliz, fuiste muy feliz. De la soledad supiste sacar por momentos lo mejor. Inspiraste tu mente. Hazlo ahora. Sueña, permítete soñar sin miedo, sueña contigo misma.
Quiero que te preguntes algo ¿Cuántas veces has llorado en los últimos meses? Muchas ¿verdad? ¿Y en los últimos años?
Has estado rodeada de gente que entró y salió de tu vida y algunos tomaron un poco de ti. ¿Qué tomas tú? Sé que no te gusta jugar así, sé que siempre terminas siendo la que pierde, sé que en esta lucha de poder estás desarmada. No aparentes que no lo estás, sé que tienes miedo de mostrarte vulnerable, pero créeme, hay cierta fuerza también en ello. La fuerza de mirarte tal y como eres, de aceptarte.
Ahora quiero que hagas una pausa y te seques las lágrimas y mires todo a tu alrededor. ¿Estás en el lugar en donde quieres estar? Pero sobre todo, ¿Sabes en dónde quieres estar?
Sé que ahora podrías decirme que harías cualquier cosa por tener un abrazo suyo, escuchar su voz para sanarte...Pero nada de eso sucederá. Él no está, pero sobre todo, él no está para ti. ¿Qué vas a hacer ahora?
Tienes dos opciones. Sí, reduje todo a dos opciones y esta vez tienes que ser radical. Tú no eres una chica de puntos medios, de ambiguedades: O vives imaginando su compañía o te acompañas a ti misma.
Sé que la segunda opción es la más difícil de todas, lo sé porque él ( y fue porque tú lo permitiste) te ha hecho convencerte de que eres todo lo que, en el fondo, tú y yo sabemos que no eres. Deja de cargar sobre la espalda la responsabilidad y culpa de todo esto. No tiene sentido que sostengas algo que sabes que cuando él desee decidirá derrumbarlo sin pensarlo dos veces. Sabes que esto último es cierto. ¿Él pondría las manos al fuego por ti? ¿Tú pondrías las manos al fuego por él? Respóndete eso y sea cual sea la respuesta mira lo que tienes (o no tienes) ahora. No mires atrás, no mires al futuro que te encargaste de dibujar en sueños. Mira ahora y piensa...¿Quieres esto?
Tómate tu tiempo...Eres consciente de que podrías desaparecer y él no lo notaría. Pensará que lo único que te hacen falta son smileys y migajas de atención cuando sabes que no es así.
Te digo algo y quiero que lo entiendas: No tienes la culpa de querer un amor grande.
Es más, luego de todo lo que has vivido y entregado, lo mereces, siempre lo mereciste. Pero llega el punto donde esperar que este amor llegue es absurdo y donde hay que darse cuenta que jamás nadie te amará como lo harías tú misma.
Nadie lo hará, quítate los cuentos mágicos e historias felices de la cabeza. Esta es la vida y es más dura de lo que parece porque viene llena de decepciones pero también de alegrías.
¿Recuerdas aquella vez en donde te empezó a importar muy poco todo y pasaste un día desnuda en tu habitación viendo películas y comiendo porque eso era lo que necesitabas? Fue hermoso ¿no? ¿Recuerdas aquella vez en que decidiste pasar un domingo sola caminando por Miraflores, escuchando musica y observando a la gente? Fuiste feliz, fuiste muy feliz. De la soledad supiste sacar por momentos lo mejor. Inspiraste tu mente. Hazlo ahora. Sueña, permítete soñar sin miedo, sueña contigo misma.
Que destruyan todo pero jamás tus sueños. Mira dónde estás ahora...¿Recuerdas que de niña no sabías si sería posible? No sabias si sería posible viajar como has viajado, estudiar lo que has estudiado. Ahora tienes la oportunidad. ¿Recuerdas todas las veces que te dijeron en el colegio que no podías? Tú siempre supiste que PUEDES.
¿Recuerdas cuando las otras niñas no querían jugar contigo? Tú usabas tu tiempo a solas cantándote a ti misma.¿ Por qué ya no cantas? Te encantaba. Te llenaba. Hazlo...canta con el alma y anímate a soñar. Que destruyan todo, que lo hagan mil veces, Andrea. Pero tú protege tus sueños y cuidate a ti misma, porque solo podrán destruirte si tú lo permites. No lo permitas, es tiempo de que dejes de soñar con que te amen, ámate tú misma.
¿Recuerdas cuando las otras niñas no querían jugar contigo? Tú usabas tu tiempo a solas cantándote a ti misma.¿ Por qué ya no cantas? Te encantaba. Te llenaba. Hazlo...canta con el alma y anímate a soñar. Que destruyan todo, que lo hagan mil veces, Andrea. Pero tú protege tus sueños y cuidate a ti misma, porque solo podrán destruirte si tú lo permites. No lo permitas, es tiempo de que dejes de soñar con que te amen, ámate tú misma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario